Islas en Portugal
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Portugal es conocido por su rica cultura, sus vibrantes ciudades y sus impresionantes costas, pero algunos de sus tesoros más cautivadores se encuentran fuera de su territorio continental. Las islas portuguesas, repartidas por el océano Atlántico, ofrecen una mezcla perfecta de belleza natural, aventura y relax. Desde los paisajes volcánicos de las Azores hasta las playas bañadas por el sol de Madeira, pasando por las islas más cercanas al continente (e incluso una dentro de éste), cada una posee su propio encanto y ofrece a los visitantes una gran variedad de experiencias. Tanto si eres un entusiasta de las actividades al aire libre en busca de rutas de senderismo y cascadas, como si simplemente buscas una tranquila escapada a la playa, las islas de Portugal son la escapada definitiva. En este artículo, te llevaremos de viaje a algunas de las islas imprescindibles de Portugal que merecen un lugar en tu itinerario de viaje.

Ilha dos Padrões: una isla fluvial que a veces es una bahía

Portugal
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Hay que confiar en la marea para caminar por esta isla. Ubicada entre tres distritos y dos ríos, Ilha dos Padrões recibe su nombre del pueblo que da acceso, pero el nombre no podría haber sido mejor elegido ya que hace justicia a los diversos patrones de color presentes en la isla durante las diferentes estaciones del año.

Es una de las pocas islas fluviales de Portugal donde podrás darte un refrescante chapuzón en las aguas del río en cualquier momento durante tus excursiones explorando la zona. Aprovecha tu tiempo libre después de recorrer la isla para conocer mejor el municipio de Pampilhosa da Serra y dejarte envolver por su calma y tranquilidad.

Isla Corvo

Azores
Islas Azores

La isla de Corvo, la más pequeña y septentrional de las Azores, es famosa por sus paisajes vírgenes y su ambiente tranquilo. Con una extensión de 17 kilómetros cuadrados, posee una espectacular caldera volcánica, el Caldeirão, con exuberantes laderas y pequeños lagos. Su rica biodiversidad incluye plantas endémicas y especies de aves únicas, lo que la convierte en un paraíso para los amantes de la naturaleza.

El principal pueblo de la isla, Vila do Corvo, refleja la cultura tradicional azoriana con su histórica iglesia y sus fiestas locales. Accesible sólo en avioneta desde la isla de Flores, Corvo ofrece un retiro sereno con su encanto remoto y su belleza natural.

Los mágicos encantos de la isla de Tavira

Isla de Tavira
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Por supuesto, después de España, ha llegado el momento de explorar las maravillas de las islas portuguesas. La isla de Tavira forma parte del Parque Natural de Ría Formosa y es una de las islas del Algarve que merece tu atención.

El acceso a la isla se realiza en barco y las playas de aguas tranquilas y cálidas y arena blanca hasta donde alcanza la vista han permitido que la isla sea considerada una de las 10 mejores playas del mundo para pasar unas vacaciones en familia. Además del increíble paisaje, encontrarás una serie de servicios como restaurantes, cafeterías e infraestructuras para bañarte.

Isla Pessegueiro: un verdadero paraíso

Isla Pessegueiro
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La isla de Pessegueiro (Ilha do Pessegueiro) es una cautivadora isla situada frente a la costa del suroeste de Portugal, cerca de la ciudad de Porto Covo, en la región del Alentejo. Esta pequeña isla deshabitada forma parte del Parque Natural de la Costa Vicentina, una zona protegida famosa por su escarpada costa, sus impresionantes paisajes y su variada fauna.

La isla de Pessegueiro destaca por su belleza natural y su importancia histórica. Sus espectaculares acantilados, costas rocosas y playas vírgenes ofrecen a los visitantes unas vistas impresionantes y una sensación de aislamiento. Es un lugar popular entre los amantes de la naturaleza, los excursionistas y quienes buscan un refugio tranquilo lejos de las zonas turísticas más concurridas.

Porto Santo: la isla de arena dorada

Puerto Santo
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Nuestro viaje por las islas concluye con un punto culminante en el archipiélago de Madeira, Portugal. Enclavada en el océano Atlántico, Porto Santo es conocida como la «Isla Dorada» por su espectacular extensión de 9 kilómetros de arena dorada y aguas turquesas.

Este tranquilo refugio ofrece el entorno perfecto para relajarse, con un ritmo de vida sereno y un clima suave todo el año. La temperatura del agua oscila entre 17 y 22 grados centígrados, por lo que es ideal para nadar. Explora los encantadores rincones de la isla, interactúa con los amables lugareños y, con un poco de suerte, puede que vivas alguno de los vibrantes festivales que se celebran en la isla a lo largo del año.