No hay una forma sencilla de caracterizar al pueblo portugués, por lo que entender cómo se materializa este vasto patrimonio cultural en un estilo de decoración no es tarea fácil. Después de todo, ¿qué tiene que tener una casa portuguesa? Y en qué consiste el interiorismo portugués. En este artículo escrito para idealista/news, Catarina Diniz, especialista en Home Staging, presenta varios consejos para decorar espacios al más puro estilo portugués.
Hay tareas sencillas como identificar símbolos, objetos y tradiciones pertenecientes a las artes decorativas portuguesas. Sin embargo, iconos turísticos como el "fantástico mundo de las sardinas" o el "Tranvía Amarillo 28" que invaden los alojamientos locales no traducen en absoluto el alma de un hogar portugués. El estilo decorativo portugués es muy amplio, pero lo que pretendemos es reflejar la forma de vivir de los portugueses y cómo la expresamos entre puertas. La estrategia consiste en reavivar la memoria colectiva y recordar el vasto patrimonio decorativo compuesto de motivos, materiales y objetos que nos transportan inmediatamente a un hogar portugués, según Staging Factory.
Las casas portuguesas cambian según el clima y la naturaleza de la zona y el suelo:
- En el sur, las viviendas suelen tener una sola planta, están encaladas y decoradas con tonos azules, ocres o rojos en los zócalos de la casa y los marcos de las ventanas.
- Al norte, como el clima, las cosas son más ásperas y pedregosas, en granito o esquisto.
Sin embargo, hay rasgos comunes: el alma de la casa casi siempre está en la cocina. En las paredes, blancas como la cal, suele haber un santo que protege la casa; en el aparador hay fruta de temporada. Finalmente, la elegante Vista Alegre nos invita a sentarnos. Al estirarnos, nos fijamos en el emblemático gallo portugués que da la hora.
En el exterior, una silla nos invita a tomar el sol y saludar a los transeúntes. Los jarrones adornan las ventanas y las rejas se adornan con enredaderas trepadoras, buganvillas y parras que enmarcan las vistas.
La decoración típica portuguesa es viva y alegre. Hay alfombras y mantas con coloridos bordados; textiles y porcelanas con todo tipo de pájaros raros, flores, frutas, figuras humanas o cornucopias; madera y fibras naturales; azulejos y corcho. Una fértil combinación de colores, motivos y texturas que refleja el patrimonio cultural del país. Estéticamente, se traduce en ambientes acogedores que reflejan la mezcla de influencias mediterráneas, africanas y árabes. El estilo portugués, conocido por sus llamativas características, está lleno de inspiración.
Cosas que no pueden faltar si quieres decorar tu casa al más puro estilo portugués:
- Azulejos: Durante más de cinco siglos, el azulejo ha sido un elemento fundamental en la expresión artística nacional, siendo Portugal la "Capital Mundial del Azulejo". Los icónicos azulejos portugueses son un legado histórico y contribuyen a crear llamativos motivos que han conquistado a decoradores de todo el mundo.
- Corcho: Portugal es uno de los mayores exportadores de corcho del mundo, un producto que, en los últimos años, ha llegado a habitar casi todas las habitaciones de los hogares portugueses, ya sea en revestimientos, aislamiento térmico o en la composición de piezas de mobiliario, artesanía o accesorios decorativos.
- Textiles: Los textiles portugueses son conocidos por su alta calidad, diversidad y riqueza. Sólo a través de los textiles podríamos hacer un recorrido por la diversidad cultural del país. Las alfombras de Arraiolos, las mantas de Alentejo, la Serra da Estrela Burel, la chita de Alcobaça (tela de algodón tradicional portuguesa); las mantas de ganchillo, los bordados de Viana o los encajes de bolillos ejemplifican la riqueza de colores y estampados inspirados en la historia del país.
- Cerámica: Desde la cerámica de Saramenha (los mejores ejemplos son las ollas de barro y los asadores de chorizo), pasando por la arcilla negra de Bisalhães hasta la cerámica alentejana y algarvía que adorna las típicas chimeneas de la región.
- Porcelana: Vista Alegre es una de las marcas emblemáticas de Portugal. Tradicionalmente, la porcelana portuguesa presenta microdiseños inspirados en la naturaleza. Flores, pájaros, ramas y follaje son temas habituales e imprimen elegancia y un romanticismo clásico a los ambientes.
- Muebles: los muebles suelen estar hechos de maderas oscuras como la caoba, el nogal y el cerezo y presentan tallas y detalles. Son famosas las sillas alentejanas; la silla "corazón", "rabo-de-bacalhau", Gonçalo o la "Caravela" ejemplo de una de las piezas de la legendaria marca Olaio.
- Iluminación: los accesorios de iluminación suelen estar hechos de metal, como latón o hierro forjado; de mimbre o paja; de cerámica o de vidrio como el de Marinha Grande.
- Por último, no podíamos dejar de destacar el símbolo oficial de Portugal: el Gallo de Barcelos, inmortalizado después de que António Salazar lo eligiera para representar el folclore portugués en ferias turísticas internacionales. Nadie duda de que donde hay un gallo de Barcelos hay, seguramente, un alma portuguesa.
Es importante recordar que, aunque rico y diverso, el estilo portugués debe ser acogedor y elegante, por lo que no se puede exagerar y se debe mantener un equilibrio entre los elementos. El objetivo es crear un ambiente ligero y fluido inundado de luz natural.
También añadiría que hay una nueva generación de diseñadores que han apostado por ambientes sencillos y directos que reflejan la otra cara del ser portugués: humildad, simplicidad y funcionalidad. Con un alma muy alentejana, este estilo minimalista se refleja en la arquitectura y en piezas de mobiliario elegantes y refinadas que han ganado adeptos en todo el mundo.
