
Durante mucho tiempo, el arte y el diseño se basaron en un concepto que ha condicionado muchas creaciones humanas: el miedo atroz al vacío, al espacio limpio y en blanco. Y esto es algo que puedes ver si miras cualquier libro de historia del arte o del diseño. Afortunadamente, este gusto por el exceso decorativo en general ha pasado a mejor vida. Hoy en día existe una marcada tendencia hacia el minimalismo, un movimiento artístico y de vida caracterizado por la sencillez, la reducción de los elementos a su esencia y la eliminación de lo superfluo. Un concepto que hunde sus raíces en los primeros años del siglo XX como reacción al exceso ornamental del modernismo y que buscaba volver a lo esencial y funcional.
En arquitectura y diseño de interiores, el minimalismo se ha convertido en un enfoque popular y atemporal. Se caracteriza por líneas limpias, formas geométricas simples, colores neutros y espacios abiertos y organizados. La prioridad es la funcionalidad y organización del espacio, con una estética que permita crear ambientes tranquilos, armoniosos y libres de distracciones, que promueva la calma mental y el bienestar.

A, sí, simplemente A, es una residencia que pone en práctica los principios del minimalismo. ¡Ubicada en Osaka, Japón, y diseñada por Ninkipen!, está estratégicamente situada para tener impresionantes vistas de la cordillera Ikoma y la majestuosa montaña Takayasu.

El diseño de la casa hace referencia a esta ubicación, alineándose a lo largo de la carretera con un tejado de dos plantas y media. La parte este de la casa se extiende hacia el exterior, creando un amplio alero que también funciona como porche.
Espacio interior libre y abierto
Dentro de la casa, el espacio está interconectado mediante el uso de "huecos", rodeados por un esqueleto de grandes vigas. "El interior está íntegramente conectado a través del atrio, y el marco de grandes vigas, que marca un ritmo regular, es completamente libre y rodea toda la casa sin tabiques", explican sus creadores.

Además, su apuesta por la sencillez les ha llevado a eliminar las típicas barreras de las paredes interiores, creando una planta completamente libre y diáfana que abarca toda la casa. Una ventana atraviesa la escalera en el lado norte del edificio, capturando la vista del seto vecino y añadiendo un toque de color natural a los altibajos diarios de los residentes.

Construido con cedro Yoshino secado naturalmente, el núcleo estructural del edificio irradia vitalidad y su acabado pulido añade un toque de elegancia. "La estructura del cedro Yoshino se seca naturalmente y tiene un brillo profundo y luminoso, lleno de vitalidad", señalan.

A se funde armoniosamente con su entorno y su inteligente diseño aprovecha las vistas y la luz natural para crear un espacio vital que es a la vez funcional y estéticamente cautivador. Con su estilo minimalista y centrado en la conexión con el exterior, esta residencia ofrece una experiencia única y enriquecedora a sus habitantes.

