
La restricción de la financiación bancaria y el fin de las visas doradas en Portugal para la compra de propiedades han creado un clima de incertidumbre para los inversores extranjeros. Pero los datos publicados actualmente por el Banco de Portugal (BdP) revelan que, hasta septiembre, los inversores extranjeros estaban más activos que nunca en el país luso. Esto se debe a que la inversión extranjera directa en propiedades alcanzó un máximo histórico en el verano de 2023, alcanzando los 30.447 millones de euros, un 14% más que en el mismo periodo del año pasado.
Desde principios de 2008, la inversión extranjera directa en el mercado inmobiliario portugués no ha dejado de crecer y ha alcanzado un récord tras otro. Y en el tercer trimestre de 2023, se añadió otro: 30.447 millones de euros fluyeron directamente al mercado inmobiliario portugués desde el extranjero, un nuevo récord, como muestran los datos de BdP. Esto es un 14% más que en el mismo periodo del año pasado y casi un 4% más que en el trimestre anterior.
Además, los datos publicados la semana pasada por el órgano regulador portugués muestran que el valor de las transferencias de inversores internacionales al sector inmobiliario entre julio y septiembre fue de 1.137 millones de euros, que es también la cifra más alta jamás registrada. El récord anterior era de 1.047 millones de euros, registrado en el segundo trimestre de 2022.
Si analizamos las transferencias de inversión extranjera directa al sector inmobiliario en los nueve primeros meses de 2023 -que ascienden a 3.018 millones de euros- queda claro que esta cifra supone también un máximo en la serie del BdP, iniciada en 2008.
Inversión extranjera directa en bienes inmuebles

Todos estos datos muestran que la inversión extranjera directa en Portugal para el sector inmobiliario alcanzó un máximo histórico en 2023. Esto a pesar del contexto desafiante en la eurozona, marcado por los altos tipos de interés, el enfriamiento de las transacciones inmobiliarias y la incertidumbre sobre el curso de la la guerra en Ucrania y el conflicto en Oriente Medio. También existe un clima de incertidumbre en casa, generado por el fin de las visas doradas previstas en Mais Habitação, que entró en vigor el 7 de octubre.
El anuncio del fin de la visa dorada aumentó incluso la demanda de inmuebles en Portugal por parte de inversores extranjeros, lo que sugiere que puede haber habido prisa por invertir en el programa antes de su finalización. Ahora se esperan los datos del último trimestre de 2023 para ver si el fin de la golden visa ha tenido o no un impacto en esta inversión.
Además, el Gobierno también ha propuesto el fin del régimen de residentes no permanentes (RNP) para 2024, lo que también podría afectar a la llegada de familias, trabajadores e inversores extranjeros a Portugal, aunque ahora se ha previsto un periodo de transición para aquellos que puedan demostrar que ya querían trasladarse a Portugal este año.