La arquitectura tiene la capacidad de generar y estimular el bienestar, una necesidad que no se aplica solo a los seres humanos. Vivir con mascotas requiere una atención y organización especial si queremos que todos vivan juntos en armonía. Sin embargo, el hogar debe adaptarse de manera diferente según el animal: Mientras que los perros prefieren lugares más cómodos y suaves que se parezcan a una cueva, los gatos son exploradores y les gusta recorrer los rincones más altos y remotos. Así que al igual que los humanos, nuestras mascotas tienen gustos y preferencias.
Con la ayuda y la experiencia técnica de la compañía portuguesa Melom, empresa líder especializada en reformas de inmuebles, mostramos algunos consejos para que pueda crear un verdadero santuario para sus amigos de cuatro patas en casa.
Pensar en los espacios para animales requiere el mismo enfoque que los espacios para los seres humanos, con la necesidad de tener un esquema claro de las diferentes áreas esenciales para la vida diaria de cada animal, además de estar adaptado a la vivienda en la que se encuentra. La creación de estas áreas esenciales para la mascota deben estar enfocadas a satisfacer las necesidades básicas de cada animal: una zona específica para comer y beber, otra para dormir y un área de juego. Estos espacios deben ser de un tamaño adecuado y libres de obstáculos para una mayor comodidad y libertad, pero sin destruir la propiedad en el proceso. Las limitaciones y restricciones de espacio son el punto clave de la organización: aquí es donde los animales pueden moverse, jugar o permanecer durante todo el día.
Es posible adaptar espacios vacíos o no utilizados para satisfacer mejor las necesidades de nuestros amigos peludos mediante el uso de materiales resistentes y fáciles de limpiar. Los materiales para el suelo como el laminado o la piedra natural deberían evitarse debido a su superficie resbaladiza, a la acumulación de suciedad y al hecho de que estos materiales se ensucian más fácilmente. Una buena alternativa son los pisos de hormigón pulido, cerámica, linóleo o vinilo, todos ellos fáciles de limpiar y difíciles de rayar. Aunque estas superficies son fáciles de cuidar, no siempre son las mejores para los animales porque son rígidas y frías.
Sin embargo, esto es algo que se puede resolver fácilmente colocando una cesta o una manta en el suelo para que pueda tumbarse.
Otra alternativa es considerar el corcho, un material natural que es fácil de limpiar y resistente a los arañazos. Una gran ventaja si usted o sus vecinos son sensibles al ruido. Las alfombras, por otro lado, no son recomendables: No sólo recogen mucho pelo, sino que también necesitan ser limpiadas a fondo y cuidadas para que estén libres de manchas y olores. Es mejor colocar las alfombras en las zonas de la casa que no sean accesibles para los animales.
La mejor manera de proteger un espacio es a través de la prevención. Si un animal tiende a morder muebles o destruir objetos en el hogar, los propietarios deben considerar reservar un espacio en la casa donde el animal pueda jugar libremente con juguetes adecuados, como el cuarto de la colada, cocina u otro espacio ventilado, tal vez incluso con acceso al exterior.
Se pueden instalar espacios para comer o dormir en ciertos muebles o en islas de cocina, creando áreas acogedoras para colocar una cama o un cajón donde pueden colocarse los platos de comida.
También se pueden configurar áreas para mascotas en otros espacios; en baños o incluso en el hall de entrada, para satisfacer las necesidades de los animales incorporándolos en los muebles existentes.
Si los animales tienen más libertad en la casa, los espacios también pueden ser una opción en las habitaciones de los propietarios insertando espacios para dormir debajo de las camas. Si los animales son más aventureros, como los gatos, también se pueden usar estantes para que puedan trepar por los espacios (al mismo tiempo, estéticamente enmarcados en el diseño de la habitación).
La opción más práctica para la protección de ventanas y puertas, y para evitar que nuestra mascota se escape, es utilizar mosquiteras que se pueden fijar con velcro o con una red de marco deslizante, que también permite una ventilación suficiente del interior. Una rejilla externa es también una opción, pero la distancia de la rejilla a la pared de la casa debe estar bien calculada para que el animal no quede atrapado entre la rejilla y la pared.
Las ventanas protectoras son otra opción, como las ventanas con bisagras invertidas o las ventanas de inclinación y giro, que se pueden usar estratégicamente teniendo en cuenta la personalidad y la actividad del animal.
Una alternativa final es una rejilla que se puede incorporar a la fachada del edificio y permite la protección de los animales al tiempo que permite la correcta ventilación y salida al exterior.