El estudio concluye que la prefabricación es una oportunidad para reducir los costes y el impacto medioambiental en el sector de la construcción.
Ventajas de las casas prefabricadas
Ventajas de las casas prefabricadas Vecislavas Popa in Pexels

La prefabricación puede contribuir a alcanzar los objetivos medioambientales de la Unión Europea (UE) y reducir los costes de construcción, aumentando así la competitividad y sostenibilidad de esta industria. Esta es una de las conclusiones que se extraen de un estudio de la Universidad de Coimbra (UC), en colaboración con el Instituto Tecnológico de Massachusetts (MIT), EE.UU.

El estudio en cuestión, que tenía como objetivo evaluar el potencial de los edificios prefabricados para reducir costes y contribuir al cumplimiento de los objetivos medioambientales de la UE -la descarbonización de los edificios de aquí a 2050- se realizó en el marco de la tesis doctoral sobre sistemas energéticos sostenibles de la investigadora Vanessa Tavares, dirigida por el profesor Fausto Freire, del Departamento de Ingeniería Mecánica de la Facultad de Ciencia y Tecnología de la Universidad de Coimbra (FCTUC).

La investigación duró tres años, según reveló la UC en un comunicado, en el que destacó que "se comparó la construcción prefabricada con la convencional, no sólo en términos de costes, sino también en términos medioambientales, en Lisboa, Berlín y Estocolmo, tres ciudades con climas y costes de vida diferentes". 

Citada en el documento, Vanessa Tavares dijo que "se estudiaron dos tipos de construcción prefabricada (una en acero ligero y otra en madera) y, en contraposición, la construcción convencional (en la ciudad de Lisboa), normalmente basada en el hormigón". "Para ello, desarrollamos un modelo de evaluación del ciclo de vida para las diferentes tipologías de construcción de viviendas (viviendas unifamiliares y edificios de apartamentos de media y gran altura) y servicios, principalmente oficinas. A continuación, los resultados se adaptaron para representar a todo el parque de edificios de la UE", explica.

Vanessa Tavares y Fausto Freire, autores del estudio
Vanessa Tavares y Fausto Freire, autores del estudio Universidade de Coimbra

Valor añadido de la construcción prefabricada

El estudio concluye, entre otras cosas, que la prefabricación puede reducir los impactos de la construcción y demolición de edificios.

"Si optamos por construir un edificio prefabricado y adaptado al clima, podemos reducir los impactos inherentes a los edificios en un 40% y hasta un 90% menos al final del ciclo de vida, con un consumo energético similar en uso. Estamos comparando la construcción convencional, que es pesada, con la prefabricada, que es ligera. La construcción tradicional utiliza cinco veces más materiales que la construcción prefabricada más ligera. Además, al final de su vida útil, los residuos de la construcción prefabricada son más fácilmente reciclables y reutilizables", aclaran Vanessa Tavares y Fausto Freire.

Menos emisiones de carbono

En términos de impacto global en toda la UE para el periodo comprendido entre 2020 y 2050 (objetivos de la UE), el estudio muestra que la prefabricación puede reducir las emisiones de carbono de los edificios en un 6% y los costes de construcción en un 10%. 

"El futuro pasa por este tipo de construcción, aunque actualmente todavía representa un nicho. Con los procesos de automatización, digitalización y robotización, hay buenas razones -reducción de costes e impacto medioambiental- para aumentar la adopción de sistemas basados en la prefabricación"
Vanessa Tavares, autora del estudio

"Los resultados demuestran que la prefabricación por sí sola no puede alcanzar los objetivos medioambientales de la UE, pero puede ser, junto con las medidas de eficiencia energética y la rehabilitación de edificios, una contribución relevante. Así, la prefabricación presenta una oportunidad para reducir los costes de construcción y aumentar la competitividad y sostenibilidad del sector", concluyen los autores del estudio.

Cabe señalar que este estudio ha sido financiado por la Fundación para la Ciencia y la Tecnología (FCT) en el marco del programa MIT Portugal. El artículo científico está disponible en este enlace.