La carga fiscal sobre la vivienda puede limitar las inversiones. Las cuentas de la Asociación de Propietarios de Portugal (APROP) revelan por qué.
Buying property to put on the rental market is a viable investment option, but does it pay off in Portugal?
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Comprar una propiedad para ponerla en el mercado de alquiler es una opción de inversión viable, pero ¿merece la pena en Portugal? Los cálculos de la Asociación de Propietarios de Portugal (APROP) sobre los impuestos que hay que pagar al comprar y ser propietario de un inmueble y que se aplican a los ingresos por alquiler muestran que una gran parte va a parar al Estado.

João Caiado Guerreiro, presidente de APROP, señaló en una entrevista en el diario Público que la carga fiscal sobre la vivienda y la inestabilidad legislativa están alejando a los inversores del país. "Actualmente hay portugueses que compran propiedades en España y otros países europeos para alquilarlas, precisamente porque los impuestos sobre la propiedad son mucho más bajos incluso en la fase de construcción."

Según los cálculos de la APROP,  una vivienda comprada por 150.000 euros conlleva inicialmente 1.859 euros en el Impuesto Municipal sobre Transacciones (IMT), 1.200 euros en Actos Jurídicos Documentados y 725 euros por la escritura pública. A estos cargos hay que añadir los gastos anuales de 450 euros por el Impuesto Municipal sobre Bienes Inmuebles (IMI) y 116,20 euros de tasas municipales en la factura del agua. En la práctica, en 10 años, las cargas fiscales y parafiscales suman 9.446 euros.

Si este inmueble se alquila por 450 al mes, generará unos ingresos de 54.000 euros en el mismo periodo (10 años). Luego, hay que restarle los 9.446 euros. Pero hay más gastos a tener en cuenta, como afirma la publicación. Los ingresos por alquiler todavía tienen que ser gravados en el IRS. En este caso, y si el propietario paga el tipo del 28% sobre los 54.000 euros, la ganancia baja a 29.434 euros. Es decir, en lugar de 9.446 euros, el Estado recaudará 24.566 euros.

También es importante recordar que si el propietario tiene otros bienes inmuebles, incluidos viviendas propias y viviendas permanentes, con un Valor de Activo Imponible (VPT) total superior a un millón o dos millones de euros, entonces también tendrá que pagar el IMI Adicional ( AIMI) . La cantidad percibida en concepto de rentas se reducirá y la recaudación tributaria, por el contrario, aumentará.

En definitiva, según APROP, y considerando únicamente la tarifa final, la renta del propietario será de 29.434 euros y la del Estado de 24.566 euros. Si se paga una tasa del 1% de AIMI, los ingresos bajan a 14.434 euros y el Estado recibe 39.566 euros. En caso de aplicar el tipo máximo de AIMI, el propietario se queda con 6.934€ (sin otros gastos) y paga 47.066€ de impuestos.

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