
En los últimos meses, con la pandemia como telón de fondo, ha crecido con fuerza la compra de viviendas para rehabilitar y las reformas en viviendas ya habitadas. Pero con éstas siempre vienen algunos problemas relacionados con las obras, que incluso pueden hacer que los costes se disparen. Con eso en mente, te dejamos algunos consejos que pueden ayudarte a evitar o prevenir ese escenario.
Como señala Lucía Bravo, directora de Elebé Arquitectura, la crisis de la pandemia “ha provocado un cambio radical en la forma de ver las casas, dando énfasis a los espacios y teniendo lugares dentro de la casa para el deporte, el ocio, etc.”. Otro fenómeno que surge como respuesta a esta pandemia es la demanda de viviendas en zonas más rurales para ser rehabilitadas. “Casas alejadas de las grandes ciudades con grandes terrenos y con espacios mucho más amplios”.
El aumento del interés por la rehabilitación de viviendas en Portugal también ha impulsado los costes inesperados que pueden surgir durante las obras de reforma y que son consecuencia, entre otros motivos, de problemas de tipo urbanístico, como la compra de una vivienda no legalizada o de uso diferente (establecimiento comercial, oficina...) o por falta de información de los propietarios.

“Recibimos llamadas de muchas personas que creen que la reforma de la casa que acaban de comprar es muy sencilla. Sin embargo, la mayoría no suele tener en cuenta todos los trabajos que hay que hacer para reformar el inmueble, que no se pueden ver, pero que hacen subir mucho el precio", explica Bravo.
Por ello, es recomendable analizar detenidamente el trabajo a realizar antes de formalizar la compra. Según la directora del estudio de arquitectura, es recomendable que un arquitecto profesional estudie y analice técnicamente las posibilidades reales de la reforma para evitar una situación que se ha vuelto habitual en los últimos meses: propietarios que, con la casa ya comprada, intentan encontrar soluciones a problemas que no tenían al momento de iniciar la reforma.
Para que las obras den sus frutos al menor coste posible, el estudio ha resumido cuatro consejos básicos para quienes estén pensando en comprar una casa para reformar:
1. Cuidado con las propiedades a precios muy bajos
El primer consejo es que, aunque las negociaciones de precios con el propietario son lógicas, conviene tener cuidado si el precio de la casa es mucho más bajo de lo que se supone y no sabes el motivo de ese descuento. “La casa puede tener algún problema urbanístico o de construcción que no están mencionando”, enfatiza Bravo.
2. Encuentra una casa sin rehabilitaciones previas
El estudio de arquitectura también nos recuerda que es más recomendable comprar una casa sin reformar que otra que ya lo esté, porque además de ser más económica, el propietario también tendrá la posibilidad de adaptarla a su gusto y necesidades. "Lo más probable es que no hagas una reforma en una casa que acaba de pasar por otra", agrega.

3. Visita la casa varias veces
La tercera recomendación es visitar el inmueble a diferentes horas del día para saber "cuánta luz natural entra en el interior y valorar si esa cantidad es suficiente para lo que necesitas", aclara Bravo, que insiste en que "la ausencia de luz puede tener efectos perjudiciales sobre la salud y afectar la calidad de vida”.
4. Consulta a un especialista
Finalmente, es conveniente evaluar el trabajo a realizar con un especialista. “Para los que no están familiarizados con las reformas, puede parecer que derribar una pared o cambiar la distribución de un baño es una tarea sencilla. Sin embargo, tal cambio suele implicar que también se tengan que alterar elementos ocultos, como la electricidad o la fontanería. Por eso, antes de comprar una casa para reformar, es recomendable consultar a un técnico especializado que pueda ayudarte a valorar en qué consistirá la reforma”, concluye la directora de Elebé Arquitectura.