
Según un estudio publicado por Mercer a finales de junio de 2022, Lisboa es la 109ª ciudad más cara del mundo en términos de coste de vida para los expatriados, 26 puestos menos que en 2021, en una clasificación liderada por Hong Kong.
Coste de vida 2022
"Si nos fijamos sólo en el continente europeo, Lisboa es la 36ª ciudad más cara para los expatriados", concluye el estudio Cost of Living 2022 de la consultora Mercer, que abarca 227 ciudades de todo el mundo en las que viven expatriados, lo que demuestra que los estándares de movilidad de los trabajadores internacionales están cambiando debido a los tipos de cambio y a la inflación, así como al aumento del trabajo a distancia y flexible.
El estudio de las ciudades más caras del mundo para los expatriados se realizó analizando los costes comparativos combinados de más de 200 artículos en cada lugar, incluyendo vivienda, transporte, comida, ropa, artículos del hogar y entretenimiento, y utilizando Nueva York (EE.UU.) como ciudad base para todas las comparaciones, incluyendo los movimientos de divisas, medidos en dólares estadounidense.

Cuatro ciudades suizas en el top 5
En el ranking mundial, Hong Kong vuelve a ser la ciudad más cara del mundo para extranjeros, posición que había ocupado durante años consecutivos, pero que en 2021 perdió ante Ashgabat, Turkmenistán, ocupando el segundo lugar.
Según el estudio "Cost of Living 2022", las ciudades suizas de Zúrich (2.°), Ginebra (3.°), Basilea (4.°) y Berna (5.°) completan las cinco ubicaciones más caras del mundo para expatriados.
En el continente europeo, además de las cuatro ciudades suizas, la clasificación está encabezada por las capitales de los países, concretamente, Copenhague (Dinamarca), que ocupa el puesto 11 en el mundo, Londres (Reino Unido, 15), Viena (Austria), 21, Amsterdam (Países Bajos, 25) y Oslo (Noruega, 27).

Lisboa es la única ciudad portuguesa y ha descendido 26 puestos
Lisboa, la única ciudad portuguesa incluida en el estudio, descendió 26 puestos en la clasificación mundial, convirtiéndose en la 109ª ciudad más cara del mundo en términos de coste de vida para los expatriados y la 36ª a nivel europeo. Esto la sitúa por debajo de la mitad de la tabla de 57 ciudades europeas, por detrás de ciudades como Madrid (90ª del mundo) o Barcelona (78ª).
En Europa del Este, la ciudad más cara es Praga, que ocupa el puesto 60 de 227 ciudades, seguida de Riga (79), Bratislava (105) y Tallin (140), según el estudio, que indica que la ciudad más barata es Sarajevo, en Bosnia-Herzegovina, que ocupa el puesto 209 del mundo y está en la parte baja de la tabla de ciudades europeas.
Pandemia y guerra que llevan a la incertidumbre
“El auge del trabajo remoto y flexible, la guerra en Ucrania, las fluctuaciones monetarias y la inflación generalizada están teniendo un impacto material en la remuneración de los empleados, lo que podría tener graves consecuencias para las empresas en la batalla mundial por el talento”, dice el informe.
Tiago Borges, director general de Mercer, afirmó en un comunicado sobre el estudio que "la volatilidad desencadenada por la COVID-19 y exacerbada por la crisis de Ucrania ha alimentado la incertidumbre económica y política mundial", una situación que "se refleja significativamente en el aumento de la inflación en la mayoría de los países del mundo", lo que preocupa a los extranjeros en cuanto a su poder adquisitivo y su estabilidad socioeconómica.
"Tanto la inflación como las fluctuaciones del tipo de cambio influyen directamente en el poder adquisitivo de quienes trabajan fuera de su país de origen", explica Tiago Borges, y señala que el auge del trabajo remoto y flexible ha hecho que muchos empleados se replanteen sus prioridades, el equilibrio entre la vida laboral y personal y la elección de su ubicación.
Los datos presentados en el estudio de Mercer, además de demostrar que “las condiciones laborales y económicas en todo el mundo están evolucionando más rápido que nunca”, permite a las empresas evaluar los costes de los contratos internacionales en tiempos de incertidumbre.