La guerra en Ucrania está afectando a la economía europea con más severidad que a otras grandes economías como las de EE.UU. o China, lo cual es reflejo de la proximidad geográfica y las importantes relaciones comerciales entre países. Según un análisis de la Comisión Europea, dentro de la propia Unión Europea (UE), los estados miembros tienen diversos grados de exposición a los efectos de la guerra. Portugal y Malta se encuentran entre los países menos expuestos y, por lo tanto, menos afectados por la guerra de Rusia contra Ucrania.
En el informe de previsiones de primavera, la Comisión Europea ha elaborado un gráfico de vulnerabilidad de los estados miembros, evaluando la posición global de cada país. Los canales de transmisión del impacto económico de la guerra son el comercio, las materias primas (principalmente energía) y los mercados financieros. Los Estados miembros se clasificaron según su grado de exposición en 13 aspectos de vulnerabilidad, como la importancia de la energía, la dependencia de las importaciones de Rusia, la exposición, por ejemplo, a través de acciones comerciales directas o de cadenas de valor más complejas.
El análisis encuentra que los países bálticos y de Europa Central y Oriental emergen como los miembros más vulnerables, en gran parte debido a la alta intensidad energética de sus economías y la importancia de Rusia en el comercio, especialmente en las importaciones de gas. Chipre también parece estar significativamente expuesto a las consecuencias de la guerra debido a las exportaciones de servicios a Rusia.
Polonia también destaca como uno de los países más vulnerables, lo que refleja la alta exposición del comercio con Rusia y la importancia de la energía en el consumo de los hogares. Le siguen los Países Bajos, y Alemania e Italia, con una exposición en línea con la media de la UE. Francia y España emergen como los grandes estados miembros de la UE menos expuestos, al igual que Portugal y Malta, que cierran el ranking.
Según la Comisión Europea, y dada la "baja exposición directa" de Portugal los riesgos "son principalmente indirectos, derivados de los precios de las materias primas, la seguridad del suministro y la incertidumbre sobre la demanda mundial".
La incertidumbre y los riesgos dependen de cómo se desarrolle la guerra
La Comisión Europea ha decidido revisar a la baja las perspectivas de crecimiento de la UE y al alza sus previsiones de inflación, ya que la invasión rusa de Ucrania ha "creado nuevas dificultades justo cuando la Unión se estaba recuperando de las repercusiones económicas de la pandemia".
El documento añade: "Al ejercer nuevas presiones al alza sobre los precios de las materias primas, provocando más interrupciones en el suministro y una mayor incertidumbre, la guerra ha agravado los impedimentos existentes para el crecimiento, contradiciendo las expectativas anteriores de que estos factores desfavorables disminuirían".
Según la Comisión, los riesgos para la actividad económica y las previsiones de inflación "dependen en gran medida de la evolución de la guerra y, en particular, de su impacto en los mercados energéticos".
"Además de estas posibles interrupciones del suministro de energía, unos problemas más graves de lo previsto en las cadenas de suministro y un mayor aumento de los precios de los productos básicos no energéticos, especialmente los alimentos, podrían provocar una mayor presión a la baja sobre el crecimiento y una presión al alza sobre los precios. Los efectos redondos de un choque de inflación importado podrían aumentar el riesgo de estanflación", advierte la Comisión.
Más allá de estos riesgos inmediatos, la invasión de Ucrania está provocando la desvinculación económica de la UE y Rusia y, por tanto, "las consecuencias de este escenario aún son difíciles de evaluar".