Enclavado en el corazón del Alentejo, en el sur de Portugal, el encantador pueblo de Mértola ha obtenido el reconocimiento internacional de las Naciones Unidas como uno de los Mejores Pueblos Turísticos del mundo en 2025. Compartiendo este prestigioso título con los pueblos portugueses de Lóriga y Vila Nogueira de Azeitão, Mértola destaca por su excepcional capacidad para salvaguardar su patrimonio histórico, cultural y natural al tiempo que promueve el turismo sostenible.
Encaramado en un promontorio rocoso sobre el río Guadiana, Mértola es un museo viviente donde siglos de historia se plasman en sus sinuosas calles empedradas, casas encaladas y antiguas murallas. Sus orígenes se remontan a los fenicios, quienes la fundaron como puerto comercial. A lo largo de los siglos, fue moldeada por cartagineses, romanos —que la llamaron Myrtylis Iulia— y árabes, que la denominaron Martulah en el siglo VIII. Tras la reconquista cristiana en 1238, Mértola se transformó, pero conservó su esencia multicultural, fusionando influencias de las civilizaciones islámica, romana, visigoda y cristiana.
Los visitantes pueden explorar el rico patrimonio de Mértola a través de su singular arquitectura y sus yacimientos arqueológicos. El castillo medieval, la antigua mezquita convertida en la Iglesia Matriz, que conserva su mihrab original, y el museo local —que abarca diez ubicaciones, entre ellas la Casa Romana, la Basílica y el Convento de San Francisco— muestran la compleja historia del pueblo. La ONU ha destacado iniciativas como Arqueología para el Futuro, que combinan investigación, educación y turismo, permitiendo que los descubrimientos se conserven y se compartan con el público mediante visitas guiadas y exposiciones.
Mértola también promueve la sostenibilidad, especialmente en su relación con el río Guadiana. A través del programa de Turismo Fluvial Sostenible, los visitantes pueden disfrutar de paseos en barco, pesca deportiva y observación de aves, conectando con la naturaleza sin dañar el medio ambiente.
El animado calendario cultural del pueblo realza aún más su atractivo. El Festival Islámico, que se celebra cada dos años, transforma Mértola en un bullicioso mercado lleno de música, aromas y color, donde se celebra su herencia árabe. Por su parte, el Festival da Túbera, en marzo, rinde homenaje a la gastronomía local, con delicias alentejanas como platos con trufa blanca, legumbres y cordero.
Mértola es más que un destino; es un testimonio de cómo tradición y progreso pueden coexistir. Con su singular combinación de historia, cultura y turismo sostenible, esta joya del sur de Portugal se ha consolidado como un destino de referencia mundial.