Prohibir a los extranjeros comprar una propiedad en Portugal no es la solución según los expertos

Los precios de las casas en venta están subiendo a gran velocidad en varios países del mundo. Y para frenar este aumento, algunos países han prohibido a los extranjeros no residentes comprar propiedades, como es el caso de Canadá y Nueva Zelanda. Pero, ¿es esta una estrategia que debería adoptarse en Portugal, donde los precios de la vivienda también están aumentando? Los especialistas del mercado creen que no, y defienden otras alternativas. Averigüemos por qué prohibir a los extranjeros comprar una propiedad en Portugal no es la solución según los expertos.

En Portugal, la propiedad en venta se está volviendo cada vez más cara, habiendo aumentado alrededor del 80% entre 2010 y el tercer trimestre de 2022, según Eurostat. La compra de viviendas en Portugal por parte de extranjeros -que tienen una mayor capacidad financiera que los portugueses- es una de las razones de este aumento, junto a otras, como la falta de oferta para la alta demanda.

¿Prohibir a los extranjeros comprar casas en Portugal podría ayudar a aliviar el aumento de los precios de la vivienda? Aunque esta medida se está aplicando en Canadá, y está siendo considerada por el gobierno de las Islas Baleares en España, los especialistas del mercado creen que esta no es una solución para Portugal.

"No creo que el problema de la vivienda en Portugal se resuelva de esa manera y, por otro lado, tendría un impacto muy negativo en toda la economía", dice Amaro Laia, director y profesor del curso de posgrado en Gestión y Tasación de Fincas en ISEG, citado por Jornal de Negócios. Júlio Lobão, profesor asistente de la Facultad de Economía de la Universidad de Porto, también cree que "las medidas en varios países pueden no ser apropiadas en un contexto específico".

Es necesario buscar otras alternativas para combatir la subida de los precios de la vivienda en Portugal, según los mismos especialistas, entre las que se encuentran el fin de las ventajas fiscales y la reducción de impuestos para los fondos internacionales y la extinción de las visas oro aplicadas al sector inmobiliario - que ya está siendo evaluado por el Gobierno de António Costa.

Otro camino a seguir será una mayor coordinación entre los sectores público y privado para, por ejemplo, rehabilitar viviendas públicas, argumentó Francisco Mota Ferreira, consultor de fondos e inversores de capital privado, citado en la publicación.

De cara a 2023, ya se espera una desaceleración en el alza de los precios de la vivienda o incluso una corrección de los valores, dada la alta inflación y los altos tipos de interés en los préstamos para la vivienda, esperan los expertos. Estas predicciones están en línea con las de otras agencias de calificación como Moody's, que estima que los precios de la vivienda en Portugal podrían caer hasta un 3 por ciento en 2023. S&P Global Ratings también prevé que Portugal sea uno de los países europeos que sentirá la caída más intensa de los precios de la vivienda este año, del -4,4%.