Tania Mousinho / Unsplash
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El peso de los extranjeros en el mercado inmobiliario portugués está aumentando. Los ciudadanos no residentes no solo compran más casas, sino que también pagan más por ellas. El año pasado, los extranjeros fueron responsables de la compra del 8,2% de todas las propiedades vendidas en Portugal, pagando una media de más de 171.000 euros por cada propiedad, un 58% más que el valor medio de las transacciones inmobiliarias en el país (alrededor de 108.000 euros).

Según datos del Instituto Nacional de Estadística (INE), el año pasado se vendieron 242.000 viviendas en Portugal, por un valor total negociado que superó los 26.000 millones de euros. Cerca de 20.000 de estas propiedades fueron compradas por no residentes, por un valor total de 3.400 millones de euros, equivalente al 8,2% del valor total de las propiedades comercializadas y al 13% del valor total de las ventas en ese periodo.

Los franceses fueron los que más propiedades compraron en el país (19,7% del valor total), seguidos por los residentes en el Reino Unido (16,9%) y Brasil (8,3%). A pesar de ello, el documento de la oficina de estadísticas destaca el elevado valor medio (297.000 de euros) de las propiedades vendidas a los chinos, casi seis veces superior al del mercado en su conjunto (53 miles de euros). En la práctica, los ciudadanos que residen en China solo son responsables del 5,1% de las transacciones inmobiliarias con extranjeros, pero son los que más invierten en términos per cápita.

También se ha incrementado el número de viviendas vendidas a no residentes por un valor igual o superior a 500.000 euros, lo que representa el 7,2% del número de viviendas adquiridas por extranjeros. Un escenario que sigue siendo impulsado en gran medida por el programa de visa de oro.

"Esencialmente, a partir de 2013, el número y el valor de las propiedades adquiridas por no residentes con un valor igual o superior a 500.000 euros fue el que más creció en Portugal, más del doble en número y casi el doble en valor en comparación con 2012. En 2014, este crecimiento se acentuó, principalmente en valor, representando estas propiedades casi la mitad del valor total de las propiedades adquiridas por no residentes en ese año. Hay que señalar que fue en estos años que los permisos de residencia en Portugal para actividades de inversión - ARI, comúnmente conocidos como visados de oro - se iniciaron en términos efectivos", dice el informe.